En este artículo se tratará el punto
de la educación en Castilla y León con sus puntos fuertes que la hacen ser de
las mejores de España y sus debilidades.
La principal característica del
sistema educativo castellanoleonés es que, según el informe PISA, Castilla y
León está posicionado como referente nacional y está en la séptima mejor
posición a nivel mundial. Pero ¿a qué se debe que la educación
castellanoleonesa sea tan buena? Pues la principal causa es el pacto educativo
de 1999, aunque la evolución autonómica y la pronta alfabetización de la mujer
también ha tenido que ver. Pero el hecho de que Castilla y León se adelantase a
los cambios, como el de la mayor carga lectiva de asignaturas troncales, frente
al resto de las regiones que realizaron estos cambios más tarde, ha sido un
factor determinante.
Según apunta Fernando Rey, quien es
el consejero de educación de Castilla y León, uno de los puntos principales del
sistema educativo castellanoleonés es el bilingüismo, ya que la mitad de los
estudiantes optan por este sistema. No obstante, en mi opinión esto está mal
enfocado, pues lo que debería es enfocarse es en aprender bien el idioma a
través de inmersiones lingüísticas y la visualización de obras y películas, así
como escuchar canciones en inglés para familiarizar el oído al idioma, en vez
de dar materias como ciencias o historia en inglés, al menos durante la
educación primaria. Sin embargo, Fernando Rey señala que habrá un incremento en
la formación del profesorado en la lengua extranjera, lo que indudablemente es
una medida de lo más óptima para alcanzar el objetivo del bilingüismo. Además,
Rey también planteó un Plan Global de Mejora de Resultados, el cual estaba
enfocado en la identificación de los centros cuya evaluación estaba por debajo
de la media, para así poder aplicar medidas de ayuda como el refuerzo escolar.
Dentro de los puntos fuertes del
modelo castellanoleonés otro factor clave reside en el desarrollo de un modelo
educativo propio, donde pueden desatacarse cuatro elementos: el exigente modelo
curricular; la política de adaptación a la dispersión y despoblación
territorial; la mejora de resultados; y el fuerte impulso dado a las políticas
de fomento de la convivencia escolar.
Por último, la inclusión de la figura
del profesor colaborador honorífico es un punto muy influyente, pues la
experiencia que estos aportan es algo valiosísimo. Al hablar de profesores
colaboradores honoríficos me es imposible no pensar en el caso de Fernando
Molinero Hernando, profesor emérito del departamento de geografía y ordenación
del territorio de la Uva, quien, a pesar de llevar varios años jubilado,
siempre ha estado presente y muy predispuesto a ayudar a jóvenes estudiantes en
todo lo que le es humanamente posible, y siempre con una gran sonrisa y una
actitud jovial.
Respecto a los puntos débiles de la
educación castellanoleonesa, es menester destacar la alta tasa de fracaso
escolar de los alumnos de la región. Hecho que es especialmente transcendental
en determinados guetos, lo cual puede llegar a convertirse en un problema para
la economía y el desarrollo regional, puesto que estos dependerán de ayudas
sociales, conllevando un empobrecimiento de la general de la región. No
obstante, a pesar del alto fracaso escolar, el Índice de Desarrollo Educativo
(IDE) concluye que existe un equilibrio entre el rendimiento, la equidad y la
calidad, solucionando, estadísticamente, el mencionado déficit de aprobados.
Sin embargo, aunque Castilla y León
es la comunidad con los mejores resultados académicos, también es castigada con
las tasas más altas de “fuga de cerebros”. Esta fuga asciende hasta el 54% de
los jóvenes, quienes de ven forzados a emigrar hacia otros puntos del país en
busca de puestos de trabajo acordes a su elevada formación. Esta problemática
no ocurre únicamente en los municipios más rurales, sino que actualmente se
está extendiendo también a pequeñas ciudades y si no se frena, tarde o temprano
llegará a los grandes núcleos de población.
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